En tercer lugar, la emigración gallega tenía en buena medida un carácter estacional en comparación con la emigración de otras regiones de la península. A nuestro modo de ver se debe primero al hecho de que la emigración gallega era causada ante todo por motivos económicos, osea, el emigrante tenía la posibilidad de regresar cuando obtuviera lo suficiente para poder mantener su familia, y segundo al carácter de los trabajos llevados en Cuba. Un gran número de los gallegos eran jornaleros contratados en el sector agrícola, en el que no era posible asegurarles un trabajo continuo durante todo el ano. No obstante, también los que vivieron y trabajaron en la ciudad solían quedarse el tiempo necesario para ganar lo suficiente y volvían a su país natal.